Capítulo 1

Abrí los ojos, pensando que estaba tranquilo en la cómoda cama de mi casa en el Distrito 3, frente al mar, con el sol dándome en la cara... Para la sorpresa de que en realidad me hallaba en clase.
No era la primera vez que me dormía en la clase de Historia del Mundo Antiguo, impartida por nada más y nada menos que la directora del instituto: Alma Coin.
-Plutarch, como te he visto muy atento a lo largo de la clase, no te importaría decirle a la clase en qué año se descubrió el continente sobre el que ahora se encuentra Panem, ¿verdad? -Me preguntó, aún sabiendo que yo no tenía ni la más remota idea.
-Ehm, eh... -Intentaba pensar una fecha, aún sabiendo que no la iba a acertar.
-1492 -Oí un susurro desde atrás mía. Era Cressida, mi hermana- Fue en 1492.
-¿En el 1472? -Contesté al fin.
-No, Plutarch, y si sigues así no me va a quedar más remedio que hablar con tus padres, o...-El timbre que daba fin a las clases por oí retumbó en todo el instituto. La directora Coin suspiró- Seguiremos con esto mañana, chicos.
Todos empezamos a recoger nuestras cosas y Cressida se acercó a mí.
-¡Dije 1492, so mendrugo! Si sigues así nunca llegarás a nada en la vida. ¿Acaso quieres acabar de Agente de la Paz en del Distrito 12?
-No, pero ya sabes que la historia no es lo mio...
-Plutarch, ¿con qué sueñas cuando duermes en las clases de Coin? -Me preguntó Ally mientras se acercaba a mí.
-La misma pregunta te podría hacer yo a ti, pero... Con todas las clases -Ambos sonreímos a la par.
-Vaya par... -Dijo Cressida.
-Nosotros no vamos a ser de mayores presentadores de televisión, Cress -Le dijo Ally a Cressida, insinuando que dejara el tema. Cressida suspiró.
-En fin, ¿vamos a quedar este fin de semana?
-¿Para qué? -Le pregunté.
-Ya sabéis, es el cumpleaños de Madge, tendremos que prepararle algo -Nos susurró.
-Chicos, ¿Qué hacéis? ¿Sabéis qué día es mañana? -Dijo Madge mientras se acercaba a nosotros, todo motivada.
-Sí, sábado, -dijo Ally- un día perfecto para descansar, y...
-¡ES MI CUMPLEAÑOS! -Le cortó Madge.
Todos miramos a Madge con cara de asustados, ya que había pegado un grito que retumbó por todo el instituto.
-Sí, bueno, Creiss y yo no podremos quedar, nos vamos de excursión con nuestros padres, y... un rollo -Dije, a modo de excusa.
-Y a mí no me apetece quedar. Ya lo celebraremos. ¿Vale, Madge?
Todos nos fuimos corriendo a nuestras casas antes de que Madge pudiera contestar, y ella se quedó sola en clase sollozando.