lunes, 9 de julio de 2012

Capítulo 5

Me desperté tal como me había acostado la noche anterior: Con ropa, mirando al techo, y deseando que todo esto sólo hubiera sido un sueño. Pero no lo era. Me levanté y me dispuse a aceptar la realidad.
Cuando salí de mi habitación, vi que Cecelia estaba esperándome dando vueltas nerviosa por el salón, con Taylor sentada al lado, y en ese momento Cece me recordó mucho a Effie... Perfecto, parece que me había vuelto a quedar dormido.
-¡Por fin te has levantado, Plutarch, llevamos toda la mañana esperándote! -dijo Eff... digo, Cece.
-¿Esperándome a mí? ¿Para qué?
-Hay cosas de estos juegos de las que sólo vuestra mentora os puede informar, como vuestros poderes...
-¡¿PODERES?! -Gritamos Tay y yo a la par, extrañados.
-Ah, sí -Aclaró-. Las armas "específicas" que mencionó Helena en la cosecha funcionan como una especie de... poderes mágicos.
Ambos nos quedamos estupefactos y seguimos escuchándola.
-Ahora, voy a deciros qué poder se os ha sido asignado -dijo con dos libretas pequeñas en las manos que parecían ser una especie de manuales-. Taylor -la miró y le dió un cuaderno-, tú podrás hablar con los animales y mutos. En este manual pone todo lo que debes saber sobre tu poder.
Tay sonrió y me miró, pero yo seguía esperando impaciente a saber cuál era mi poder.
-Plutarch -me dijo, y me entregó el manual-, tú podrás utilizar la electricidad a tu antojo. Pero, como los poderes de todos los tributos, el uso de los poderes tanto ofensivos como defensivos cansa. Por lo que no podrás soltar una descarga que pueda matar una persona, ni mucho menos fundirla. Pero ese problema no lo tendrás tú, Taylor, ya que tu poder es sólo estratégico y no te serviría directamente como ataque o defensa ante otro tributo.
Analicé toda la información y la clasifiqué en mi cabeza.
Me percaté de que Taylor me seguía mirando. Esa chica me gustaba desde hace unos años, pero no sabía si ella sentía lo mismo, por lo que me sonrojé y miré fijamente a Cecelia, esperando más información.
-¡Ah, sí! Esta noche es el desfile de inauguración de los juegos y, como este año los tributos no proceden de distritos, los trajes estarán basados en el poder de cada tributo, y no en las materias primas del distrito -dice,  para meterse en una habitación y dejarnos solos en el comedor.
Ambos nos sentamos en el sofá y no nos dirigimos la palabra. ¿Me querrá? Yo me estaba muriendo de la vergüenza...
A los cinco minutos entró Cecelia otra vez en el salón.
-¿Qué hacéis aquí aún? Id a vuestros cuartos, tenemos que prepararos para esta noche -dijo Cecelia, nerviosa.
Entré a mi cuarto, donde 2 chicas me estaban esperando, era mi equipo de preparación.
-Hola, yo soy Hazelle, ¿quieres palomitas? -me dijo, ofreciéndome de una urna.
-Yo soy Adry, encantada -me dijo una chica pelirroja.
Ni dije, nada, y las miré extrañado. Me senté en el sillón que me habían preparado y preferí relajarme un poco.

Cecelia entró en le habitación con una gran bolsa en la mano. El reloj marcaba ya las 18:00, llevaba 4 horas aquí, encerrado, preparándome para el desfile. De la bolsa sacó un bonito traje blanco con toques azules y amarillos, en forma de rayos, dándole sensación de modernidad. Me vestí y me miré al espejo: estaba bien, pero no lo suficiente para llamar la atención de los patrocinadores. Entonces, Cecelia pulsó un botón que había en el forro del traje, y mis ojos se iluminaron al ver lo que sucedió.


No vi a Taylor hasta que no estuvimos en la carroza antes del desfile. Ella iba preciosa, con un vestido blanco y sencillo, sobre el cual habían una especie de ramas de helecho que se enredaban por todo su cuerpo, y varios animales pequeños distribuidos por su cuerpo: En su hombro, su mano... Estaba radiante, cosa que hizo que me maravillara.
Me fijé en cómo iban algunos de los tributos, intentando adivinar su poder...
Madge llevaba un vestido de un tono entre blanco y morado, que conseguía hipnotizarme por la tranquilidad que producía; Ally llevaba un vestido hecho de retales de telas diferentes; mi hermana, Cressida, llevaba un bonito vestido con dibujos de ojos; Fulvia iba desnuda y solo la tapaban una serie de plantas que estaban pegadas a su cuerpo; el traje de Johanna era transparente, por lo que se le veía toda la... Ejem; Boggs llevaba un traje que recordaba al hielo; Wiress llevaba muchos relojes diferentes adheridos a su cuerpo.
El desfile comenzó, y Cece volvió a pulsar el interruptor de mi traje, el cual empezó a generar electricidad que rondaba alrededor mía, y me hacía brillar.
Durante el desfile, todas las miradas estuvieron dirigidas a nosotros, cosa que me sorprendió bastante, debido a los atuendos de otros tributos...
Al volver al edificio estaba agotado, por lo que me acosté directamente en la cama, sin dirigir la palabra a nadie.

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